En tu angustia
encuentro retazos
de sedas calientes
que queman por sed
la suavidad de tus palabras
himnotizan y secuestran
me acerco, las escucho
pero no las puedo retener.
los terrenos silvestres
en los que me posicionas y me haces jugar
son paraísos de tiempos exactos
que refrescan, purifican y me dejan pensar.
sabiendo tu astucia
igual te quice enfrentar
sabias las reglas
pero las quiciste ignorar...
Habiendo ocultado
y cubierto la verdad
me apareci desnuda
y me permiti amar.
no grites por calma
no claves razones que no me pertenecen a mi
el cronograma de mis intenciones
es el mismo por el que me fuí.
No deberías extrañarme,
no tendrías porqué...
si nunca me conociste
nunca pudiste, quiciste ni me lograste ver.
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