quien dijo que la intemperie complacía al instinto animal?
quien dijo que bajo las estrellas la inmensidad era un camino seguro?
si nunca pudo dar paz a un llanto inmortal que nos condena por ser humanos
El frío bajo cero se apega y comienza a quemar
rozando una sutil tortura que nos colma de risas vengativas
la fidelidad duerme en paz... duerme en paz y descansa
en su propio lecho de rosas, las tumba a la que siempre fui a velar.
Pero ya no entiendo mis propios caminos ni me encuentro en una misma posición
Las trampas autoimpuestas acortan cada ruta y me dirigen hacia zonas brillantes
pero el brillo no es otro que el de la soledad y el miedo
el desapego a todo lo que alguna vez importo, a lo que alguna vez ame.
La punta de un iceberg se asoma con exceso de simpatía burlona
descanso bajo su sombra, pero las preguntas que nacen son las mismas que alguna vez me pregunte
y descubro que ese témpano es mi propia alma queriendo protegerse
y bajo mis pies el glaciar es todo lo que me quedo.
Pero cada recuerdo vuelve para atormentarme con remordimientos
Es el mismo dolor que se esparce por mi pecho cada vez que perdí un amor,
Puedo sentir como los sentidos se van cerrando en cada desmayo
Puedo sentir como la pregunta esta vez no tiene respuesta que calme el dolor.
Y mi sonrisa es la que se estremece en dudas existenciales
Pero puedo ver como todos sonríen y como todo tiene que estar bien
Pero son los momentos de calma en los que simplemente corro angustiada para no ver
No puedo aguantar la envidia que me da no poder sentir como ellos lo hacen
Siento como el frío cubre mis dolores encapsulando síntomas delatores
El viento seco congela cada recuerdo de batallas perdidas y alguna que otra rendición
estoy cansada de ver banderas blancas que indiquen cansancio y caídas de hombros
los residuos de aquellas telas indican abandonos y falta de fe
Alguna vez me susurraron disculpas, pero solo sonaron excusas en mi cabeza
pero nunca culpe a los pasos que se alejaron
sino que entendí el tormento de sus desahogos con cada pisada
y mantuve el sonido del insufrible adios que cada una conllevo
Y veo como mi corazón se transforma en cristal
quebrándose de un solo soplido cada vez que decidís entrar
aunque sigo esperando a que alguien me indique lo contrario
y que no sean mis virtudes las que tenga que delegar
Cuando el reloj toca las 12 siento como todo esto me mata
Quisiera entender como puedo pasar el día soleado sin querer que empiece a llover
Quisiera sentir un brisa sin pensar que me falta el aire
y que mis penas descubran que no me necesitan hostigar mas
Pero pasan las 12 y siento como todo me sobrepasa
Las oportunidades pasan y arrasan con cada sueño que alguna vez idee para los dos
Y puedo ver como mi destino escrito se reescribe sobre un papel de arroz
cuya tinta derrame sin querer pero por lo que nunca me pudiste perdonar.
Y te pido que me salves de un corazón congelado y sin sentido que abandone en altamar
Bajo un invierno que no me deja escapar y me convierte en un poeta abandonado
que se pierde en laberintos de hielo e insensatez
porque alguna vez dejo partir al amor verdadero
Y dejo de ver lo que solía entender
Y me tapo los ojos queriendo desaparecer
Porque entre mis sabanas ya no encuentro paz
Porque sigo escondiéndome de lo que no me hace mal
Si me besaras puede que me salvaras del día de hoy
Puede que me transportes a tu mundo, lejos de todo y lejos de mi
Puede que entre tus misericordias me regales unos días de mas
pero sigo viendo que a mi reloj de arena le quedan solo unos granos de excelencia y dolor
Admito que no puedo estar sola
Admito que no lo puedo aguantar
Porque brillan mis ojos con cada gesto
Aunque ya casi no hay vida para derramar
El frío se hace cada vez más invernal y menos dócil
Y me sigo perdiendo en sueños azules y demencias color carmín
Ya mis polos bipolares están mas cerca
Gracias a un 360 que me causaste y del que no puedo dejar de sufrir
Y estoy consiente de mis locuras y de que llevo conmigo cada cuchilla oxidad en dolor
Pero me mataría perder a tus restos, dejarlos partir
Prefiero congelarme antes de olvidar cada caricia o sonrisa pasada
prefiero morir abatida por el aburrimiento de dejar de existir
Y solo quiero que derritas mi alma, que la reanimes de un invierno eterno en el que me sumergí
Y que me lleves a tu mundo una vez más para que me abraces y me hagas olvidar de todas estas lagrimas congeladas
De todo lo que implica en esta vida ser real y no tenerte para hacerme sonreír
durante mi apatía constante de heladas y nevadas provocadas por mi pasado y que no me deja seguir
Alguna vez voy a volverme a sentir yo? Alguna vez me voy a volver a sentir así?
La nieve ya cubre todo lo que alguna vez fui y lo que fuimos
Y cada huella se disuelve dentro mío negándome cualquier cosa a la que me pueda aferrar
Fuera de esta bruma insensata se esconden las señales de que alguna vez viví bajo el sol en tu compañía.