Friday, May 14, 2010
Sos tu propio titiritero
Confías en el verdugo de tu conciencia
y no en las palabras que brotan de mi verdad.
Me sentencias a la ignorante hoguera,
que me inculpa por quererte manipular.
Me tildas de bruja y malapraxis
cuando hay algo que no te entretiene más.
Pero los espejos y las lucecitas de colores
las disfrutas y las exigís siempre igual...
No hay más gritos de auxilio asfixiante
Ni súplicas por caricias o amor
sino dedos acusadores defenestrantes
y miradas teñidas por miedo y rencor.
Hay cargos que aseguro no merecerlos
pero igual te decidiste por hacerme cargo a mi.
Son tus miedos los que me viven atacando
Soy un blanco fácil por cariño sentir.
Hay facilidad al repartir culpas
Y evitar reflejar la verdad
Que en tu conciencia se oculta y queda dormida
Sabiendo que no es tu intención el poderla encontrar.
Fue aquella mujer que nunca debió aburrirte
La que sin trucos se dejó arder en dolor
Las mentiras con las que la bautizaste
Tuvieron más peso que las llamas o el ardor.
Si algún día te das cuenta de tu inconciencia
De que tu inseguridad no te dejó vivir
Que te alejó del amor de tu vida
Y que fuiste vos solo el que se manipuló para poder sonreir.
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