Límites Imperfectos

Me cubro de sollozos ajenos

de vidas que ignoran la simple verdad

que ahogan sus penas con datos planteados

y lloran velando el placer de acabar.

Mi meta será y siempre fue la de salvarte

talvez algun día enseñarte a nadar

pero sin alas extasiado quisiste lanzarte

a un viento que nunca te permitió volar.

Las rocas temblaron cuando te recibieron

y tus mortales huesos se lograron quebrar

se cubrieron completos con tinta salvaje

y empaparon de rojo tu triste mirar.

Corrí a tus brazos que colgaban inhertes.

A la metamorfósis que tu cuerpo sufría,

ya no pude entender más.

Habían límites que se re-fragmentaban

y colores daltónicos que jamás podría opacar.

Tus sentidos fueron robados

ciegos y mudos, abandonados

y de las cenizas recreados nuevamente

malditos por el reflejo de mi propio ente.

Susurraste distintos deseos

que pretendían renovar tu triste final

ignorabas que eso fué siempre algo

de lo que nunca jamás te podrías librar.

Me gritaste furioso entonando silencios.

Culpándome de ser yo quien parió tu dolor.

Me llamaste una y otra vez ladrona de tu tiempo,

y resucitadora de viejos cánticos que no habrás de olvidar.

Rodeandote habían flores de oro

con hojas de luz que daban obscuridad.

Estaban tiradas cadenas sucias y rotas

Las mismas que nunca te dejaron escapar.

Yo sé que lo ignorás.

Sé que no lo querés recordar.

Que tu alma está atada

y que no podés vivir sin verme quebrar.